CLASIFICACIÓN DE LA HALITOSIS
Halitosis
La halitosis como su nombre lo indica, hálito: Aliento,
y osis: Proceso generalmente patológico, presenta
otras sinonimias como: Mal aliento, fetor ex ore y fetor;
es un problema no solo Médico – Odontológico,
sino también psicológico y social para el
paciente. Esta condición nos ha acompañado
desde principios de la humanidad esto se puede confirmar
en el capítulo 37 en el libro del Génesis,
cuando menciona al mastic (resina derivada del Lentiscus
de Pistacia), la cual era utilizada para refrescar el aliento,
siendo esta empleada durante siglos en países mediterráneos.
A partir de los años setenta se intensifican los
estudios sobre el mal aliento siendo un aporte importante,
el del investigador Dr. Joseph Tonzetich en la Universidad
de Columbia Británica quien estableció que
el mal aliento de origen oral está asociado con la
presencia de componentes de azufre volátiles como
son el sulfato de hidrógeno y el mercaptano de metilo.
En la gran mayoría de las ocasiones estos componentes
volátiles son los culpables del mal olor, pero
la halitosis como síntoma puede deberse a muchas
condiciones.
Clasificación
Para poder determinar su etiología durante la realización
de la historia clínica del paciente es conveniente
que el profesional conozca las diferentes características
de la halitosis, la cual conlleva después de efectuar
una amplia revisión bibliográfica a la siguiente
clasificación.
Idiopática: No se conoce la causa por la cual se
produce dicha sintomatología.
Según el tiempo:
II.a. Exentual: El paciente está exento de halitosis.
II.b. Intermitente: Se caracteriza por intervalos alternados
de presencia y ausencia de halitosis.
II.c. Continua: No existe interrupción en la existencia
de halitosis en el paciente.
Según el olor emitido:
III.a. Específico: El aroma emitido
pertenece a un tipo de olor específico, por ejemplo:
Alcohol, orina, acetona, etc.III.b. Inespecífico:
No puede determinarse que el aroma emitido por el paciente
pertenezca a un tipo particular de olor, por ejemplo: Materiales
orgánicos en descomposición.
Según el origen del mal olor:
IV.a. Primario: Wilma Simoes en su libro
Ortopedia Funcional de los Maxilares vista a través
de la Rehabilitación Neuro – Oclusal indica
que en la halitosis de origen primario el aire ya viene
cargado de los pulmones con elementos de olor desagradable,
provenientes de medicamentos o alimentos (cebolla, ajo,
etc.), y puede clasificarse a su vez en:
IV.a.1. Por alteraciones fisiológicas:
Estrés, estados de deshidratación, envejecimiento,
todos estos estados pudieran producir mal olor oral, esto
se debe a la disminución del flujo salival y por
tanto a la disminución de la limpieza mecánica
de los dientes.
También la ovulación en
la mujer se ha relacionado con halitosis y es debido a
que los tejidos orales se renuevan con frecuencia esto
causado por un alza en los estrógenos durante este
período, utilizando las bacterias orales las células
descamadas como alimento. Arthur Guyton indica que las
dietas para adelgazar pueden generar mal olor oral esto
es debido a que al aumentar la extracción de ácidos
grasos de los tejidos adiposos, las células de
los tejidos periféricos llegan a disponer de cantidades
enormes de ácidos grasos para obtener energía
así como las células hepáticas donde
gran parte de los ácidos grasos se convierten en
cuerpos cetónicos, los cuales son excretados por
los pulmones.
IV.a.2. Por alteraciones patológicas:
Ciertas patologías sistémicas generan entre
sus síntomas halitosis, generalmente es una condición
tardía en la patogénesis de estas enfermedades,
existiendo síntomas más urgentes y obvios
que atender antes del mal aliento.
IV.a.2.1 Halitosis de origen gastrointestinal:
Este tipo de halitosis es sumamente raro, Mc Dowel y Kassebaum
refieren que los gases del tracto gastrointestinal superior,
normalmente no se mezclan con el aire espirado, vomitando
o eructando es cuando se puede producir mal olor. Casi
todos podemos relacionar la experiencia de un eructo que
causa una asociación del aroma de un rábano,
coliflor u otra comida o bebida. Los pacientes que tienen
mal olor y presentan dispepsia, estreñimiento u
otra perturbación del intestino deben enviarse
a un internista o gastroenterólogo. Cuando hay
obstrucción intestinal confiere olor fecal al aliento.
Las alteraciones de la digestión de las grasas
originan ácidos grasos olorosos, si se presenta
cirrosis hepática o hemorragias del aparato gastrointestinal
puede apreciarse olor a sangre. Infecciones bacterianas
del tracto intestinal, como la producida por el Helicobacter
Pylori o los padecimientos locales como reflujo esofágico,
hernia hiatal, estenosis pilórica, también
podrían producir mal olor oral.
Otra patología que podría
generar halitosis con base gastrointestinal son los divertículos
esofágicos, estos son prominencias sacciformes o
proyecciones en forma de bolsa hacia el exterior de la luz
esofágica. El divertículo más común
es el divertículo hipofaringeo, mejor conocido como
bolsa de Zenker, tiene una frecuencia de 1 de cada 1400
ingresos hospitalarios, esta bolsa una vez que se ha hecho
lo suficientemente grande, puede generar regurgitación
de alimentos y moco después de las comidas y por
la noche, atrapamiento de alimentos y descomposición
de los mismos por la bacterias, generando así el
mal aliento. Para su diagnóstico y tratamiento es
necesario remitirlo al gastroenterólogo.
IV.a.2.2 Halitosis originada en el tracto
respiratorio: Autores como: Kassebaum Rossenberg y Preti
concuerdan que las enfermedades dentro de los pulmones
o el tracto respiratorio superior casi siempre producen
mal aliento, como la bronquiectasia, la bronquitis, el
absceso pulmonar, la tuberculosis pulmonar, etc. Hay comidas
que durante la digestión forman vapores sulfonados
que entran en la sangre. Cuando esta llega a los pulmones
algunos de estos vapores se expelan con la respiración.
Los mejores ejemplos de este tipo de comida son el ajo
y la cebolla, pero también esta el brécol,
el pepinillo, los cebollines, los coles de Bruselas, el
café, el alcohol y hasta la piña. Estos
pueden durar 24 horas en la sangre, según salen
los vapores, parte de estos se disuelven en la saliva
y se digieren de nuevo.
IV.a.2.3 Halitosis originada por enfermedades
sistémicas: Existen ciertas enfermedades que pueden
generar halitosis como parte de sus signos y síntomas,
por ejemplo: La cetosis aparece especialmente en inanición,
en la diabetes mellitus y en dietas enteramente grasas.
La insuficiencia hepática y renal (Uremia), pueden
producir sustancias metabólicas que se detectan como
halitosis, confiriendo un aroma amoniacal. En el Síndrome
de Sjogren como indica Shafer Willian y colaboradores, la
secreción salival en estos pacientes se encuentra
disminuida, alterando así la capacidad antibacteriana
y de limpieza que tiene la misma, pudiéndose generar
olor ofensivo en la cavidad oral.
IV.a.2.4. Halitosis originada por medicamentos:
Muchas drogas producen xerostomía, existiendo una
relación inversamente proporcional del mal aliento
con el flujo salival. Las drogas que la producen incluyen
analgésicos, anticolinérgicos, antidepresivos,
antihipertensivos, psicoterapéuticos, y otras.
Otra causa de xerostomia sería la terapia de radiación
debido a la atrofia de la glándula que es inducida
por la misma. Otros medicamentos pueden producir olor
en el cuerpo y también puede distorsionar el sabor
y el olor. Estos incluyen agentes antimicrobiales, antirreumáticos,
antihipertensivos, y drogas psicofarmacológicas.
IV.b. Secundario: Es aquella en que el
aire sale de los pulmones sin olor, pero, antes de ser eliminado
del organismo se vuelve desagradable.
IV.b.1. Nasal: En la halitosis nasal el aire que proviene
de los pulmones no presenta olores característicos,
se pueden decir que el mismo se encuentra limpio, pero
al arribar a las vías superiores, este aire es
contaminado por las bacterias o condiciones existentes
generándose el mal aliento. Por otra parte lo olores
que provienen de la región nasofaringea suelen
deberse a sinusitis crónica, goteo post-nasal,
infecciones amigdalinas, faringitis crónica y obstrucción
nasal, este tipo de afección debe ser tratada por
el especialista de la otorrinolaringología.
IV.b.2. Oral: Es estimado por muchos
expertos en el campo de la odontología, que 85% a
90% de las condiciones de mal olor vienen de las fuentes
de la boca. Para describir todos los potenciales agentes
causales de mal olor de la cavidad oral se necesitaría
otro articulo exclusivo para ello, pero entre los más
renombrados tenemos, el estado periodontal, prótesis
y restauraciones mal adaptadas, uno muy importante y bien
documentado por muchos autores entre ellos Erika Boever
y Walter Loesche que es la Microflora de la superficie dorsal
de la lengua. Pero algo es cierto en el 99% de los casos
los responsables de este síntoma en las cavidad oral
son la bacterias anaerobias Gram negativas las cuales generan
azufre volátiles (mercaptano de metilo y Sulfato
de hidrógeno) y algunas de ellas ácidos grasos
volátiles que también son desagradables para
el olfato, estas bacterias originan estas sustancias volátiles
a partir de aminoácidos, contentivos en alimentos,
saliva, sangre, tejido pulpar, etc,. Entre algunas de las
bacterias tenemos a: Treponema Denticola, Prevotella Intermedia,
Fusobacterium Periodonticum etc. Por lo tanto para controlar
el mal olor de origen bucal en tratamiento debe ser encaminado
hacia la eliminación mecánica y química
de estos organismos, y el especialista de la odontología
debe eliminar todos los focos de acumulo de alimentos y
bacterias, propiciando una correcta higiene oral por parte
del paciente.
V. Halitosis Imaginaria:
Existen pacientes que se quejan de mal aliento crónico
y tienen una variedad de síntomas psicopatológicos
que en los casos más severos pueden desencadenar
en grandes desordenes. Por lo tanto un Síndrome
de referencia olfatoria es una condición de reconocimiento
psiquiátrico en donde ocurre una somatización
de algunas presiones resultando que el paciente cree que
emana un olor fuerte de alguna parte del cuerpo y generalmente
es la boca; lo cual va a interferir en su normal esenvolvimiento
social. Antes del diagnóstico de este tipo de halitosis,
el paciente debe recibir una repetición del examen
debido a su subjetividad y deben ser examinados antes
de comer y de los procedimientos de higiene oral, preferiblemente
en la mañana, en caso de confirmarse la ausencia
física de la halitosis, el paciente debe ser remitido
al psicólogo.
Conclusiones
La Halitosis como síntoma, necesita del conocimiento
por parte del Odontólogo de todos los entes fisiológicos
y patológicos que pueden producirla. Con ello podremos
instaurar un tratamiento encaminado hacia el origen de
la causa o bien remitirlo al especialista indicado debido
a que no todos los agentes causales estan dentro del alcance
del profesional odontológico, lo cual conlleva
a formar un equipo multidisciplinario que pueda atender
esta afección. La halitosis de origen oral es la
mas común, como también lo es el agente
que causa dicho olor, las bacterias anaerobias Gram negativas
las cuales producen azufre volátil a partir de
aminoácidos ya sean de la sangre, saliva, alimentos,
en fin mediante putrefacción de distintos entes;
con una mayor investigación sobre estos microorganismos,
seguramente lograremos crear nuevas armas para la erradicación
de los mismos.
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